domingo, 17 de enero de 2010

Ya nada volverá a ser como era


Ya nada volverá a ser como era. Es el principio de la vida. La vida es cambio, es renovación. Ésto se me hace duro. Desde la muerte de mi hermana, siento que ya nada es como era. Yo ya no soy la misma persona. Su muerte me ha arrebatado muchas cosas. No puedo recordar los últimos tres meses. Me produce un dolor intenso, inexplicable. Y no sé qué debo hacer para avanzar: enfrentarme al recuerdo y recordar o dejar que esos días caigan en el olvido de la memoria para quedarme con otras etapas mejores. Estoy atascada ahí.


En este momento del camino, parece que todo se quedará así, sombrío y frío, que la vida ha perdido definitivamente sus colores. Como es mi primera experiencia terrible, no sé qué ocurrirá con el paso del tiempo. Quizá se recupere la luz y se vean de nuevo brillantes los colores.


No tengo la respuesta ahora. De momento, no puedo pintar.

2 comentarios:

jgbarber dijo...

“el dolor es muchas veces sagrado y sólo hay que dejarlo fluir y que se agote”
un beso grande,

Juana dijo...

Me alegra saber que eres mi seguidor y que lees estas cosas que se me ocurren cada día. Gracias, es un honor para mí.