domingo, 15 de noviembre de 2009

Conclusiones


Vivir te va dando experiencia y sobre todo conclusiones. Vas sacando conclusiones sobre lo que te ocurre. Estas conclusiones van formando tu libro personal de valores y conceptos. Por supuesto, no son fijas ni estables en el tiempo. Lo que hoy crees como firme y sólido, mañana se mueve como arena en polvareda. Una de las peores conclusiones de este momento es que hay personas que no se atreven a plantarte cara cuando estás bien, con toda tu energía. No son capaces de ponerse frente a tí, mirándote a los ojos. Sino que aprovechan tus momentos bajos para asestarte un golpe a la altura de los tobillos. Tirar a alguien cuando está en sus horas bajas es fácil. Pero es de cobardes y malas personas. Pero estos seres existen. Yo tengo varios en mi trabajo. Aprovechan mi falta de energía para quitarme de en medio. Han ganado esta batalla. Pero no la guerra.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Tengo luz

Al parecer, tengo luz. Esta luz me debe permitir ver todo lo bueno que me pasa a mi alrededor. Por ejemplo, Neru. Que me acompaña, que me sostiene, que escucha mis desahogos. Que pone la nota de humor y la simpatia para que me ría un poco en estos momentos de penumbra. Está especialmente cariñoso conmigo. Hace este camino más llevadero. Gracias, muchas gracias desde el corazón.

martes, 10 de noviembre de 2009

Otoño huracanado


Supongo que las personas que han vivido una experiencia parecida a la mía, entenderán ésto que voy a expresar. La enfermedad de un ser querido cambia tu vida. Sobre todo, en los momentos más dolorosos y terribles del avance de la dolencia. De repente, un día se desmorona y se rompe todo. Es como si vivieras la experiencia de un terremoto. De repente te ves envuelta en una horrorosa pesadilla. Se rompe la familia, se rompe los vínculos más sagrados, se rompe los valores que guardan y sustentan tu existencia. Se rompen las cosas en las que crees y esperas....te encuentras sola, sin rumbo, en el caos... sin saber la dirección que tomar; qué hacer, por dónde empezar. Sobre todo, porque el estado de ánimo te mantiene sin ganas y sin energía. Porque la mente te traiciona con su continuo rumor y no te deja poner atención o concentración en nada.


Supongo, que ésto también pasará... la gente dice que de las crisis se sale más fortalecida. Yo, en este momento, opino que, simplemente, te deja una pérdida irreparable con la que tendrás que seguir viviendo.