jueves, 26 de febrero de 2009

Cada mañana, la vida empieza


Somos un reflejo de la vida natural. Aunque nos creamos una especie distinta y superior entre la diversidad de seres vivos, seguimos las misma pautas y el mismo ritmo que marca la naturaleza. No solo en lo físico, incluso en lo emocional y en lo social. Después de mucha tormenta, termina saliendo el sol. Después de la noche, viene el día. Despúes del invierno, brota la primavera. Despúes de los días buenos, vienen los días malos. Nada dura eternamente, ni lo bueno , ni lo malo.


Compartir este bonito pensamiento que me enviaron en una presentación de power point:


"Todas las mañanas, la vida empieza. En cada gota de rocío, repite su ejercicio continuado de nacer, crecer, transformarse y multiplicarse. Todas las mañanas, la vida florece, extiende sus brazos hacia el cielo y se reproduce. Todas las mañanas, la vida se abre y de par en par, se encuentra, se entrega y se manifiesta de mil formas, de mil maneras diferentes de ser. Y se reinventa el milagro infinito de reempezar cada mañana"

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