martes, 16 de febrero de 2010

La vida mental


Ayer leía en mis libros de antropología apreciaciones y estudios sobre la vida mental. Pensaba en mi vida mental. Mi vida mental es muy intensa. Está como el Metro de Madrid en hora punta, llena de pensamientos. Es un fluir continuo, incesante, apabullante de pensamientos que van, vienen, se cruzan, se relacionan, se enfrentan. No me dejan sola nunca. De noche, mi vida mental es una película imaginaria. Sueño mucho. Muchas historia extrañas, intensas, que casi recuerdo todas las mañanas. Mi vida mental nocturna es tan rica como la diurna. En medio de las ideas y pensamientos están mis percepciones del mundo, mis mediadores o contactos con lo que está fuera que no soy yo. Son las especias de todo lo demás.

Una vida mental, con un mundo de significados. La pregunta es: ¿se llega alguna vez a compartir el mundo de significados con otras personas y sus vidas mentales?. No hay respuesta. ¿Alguien sabe si el otro ve el color rojo de la misma manera que uno o alguien sabe si lo que llamamos dolor es la misma experiencia para todos?

No hay comentarios: