lunes, 31 de enero de 2011

Por qué uno escribe


Supongo que cada uno escribe por una razón distinta. Me atrevería a decir que incluso uno escribe por muchas razones distintas. Llevo algunos meses sin hacerlo. Sin escribir. Llevo un año y medio sin pintar. Supongo que tengo mis razones. No estoy bien. Por eso quizá no puedo coger un pincel en condiciones y crear algo o expresar algo. Demasiadas cosas no resueltas. Simplemente escondidas. ¿Dónde?. No sé ni dónde las he escondido tan siquiera.

Necesitaba esconderlas para seguir dando pasos, el paso de levantarme cada mañana y volver a caminar, a continuar el camino. Ese camino en busca de propósito, en busca del sentido de mi existencia. Quizá algún día encuentre lo que busco: respuestas y verdades.

Vuelvo al inicio. ¿Por qué escribo?. Pienso que puede ser algo sencillo: la necesidad de que alguien lo lea. Si no fuera así, lo escribiría en un diario secreto y nadie nunca jamás lo vería. O lo escribiría en un papel y al terminar, con una cerilla, haría que se esfumara. Es una necesidad de "para otro". Para compartir, para sentirse entendida, para sentirse importante...

Hoy he estado pensando y mirando para atrás. He visto que he ido perdiendo esa buena costumbre de contar a alguien las cosas de otro nivel. Cuando era adolescente y joven lo hacía más a menudo. Contarle a alguien cómo estaba, cómo me sentía, qué anhelaba, qué me dolía, que me alegraba. Observo que cada vez lo hago menos. Cada vez cuento menos qué soy y cómo siento. Me descubro menos, escondo más mis luces y sombras, muestro menos mi luz.

Reinicio de nuevo esta actividad. Ahora la razón que me mueve es que necesito desahogo. Trato de deshacer ese nudo que tengo dentro, que llevo anudando desde hace muchos meses, quizá años. Ese nudo que cada vez me quita más el aire vital, que me deja sin ganas, sin fuerza, sin ánimo.

Retomo la escritura. Quizá necesite más tiempo para pintar. Empecé el lunes pasado, pero soy capaz de continuar.

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